¿Correos electrónicos y Whatsapp como prueba judicial?

Las comunicaciones a través de email, Whatsapp u otras aplicaciones de comunicación instantánea están a la orden del día. Por eso, de un tiempo a esta parte han empezado a surgir dudas en el ámbito jurídico sobre si las mismas se pueden usar como prueba judicial.

Procedimientos judiciales y nuevas tecnologías

Los tribunales no son ajenos al avance de las nuevas tecnologías y se han tenido que ir adaptando a los cambios que han llegado. Con la irrupción del correo electrónico aparecieron las primeras dudas sobre su validez como medio de prueba, y ahora existe el mismo problema respecto a los mensajes de Whatsapp.

Con frecuencia email y apps de mensajería instantánea se convierten en el canal a través del que se puede cometer un delito. Por ejemplo difundir un vídeo o foto sin consentimiento de su titular, ciberacoso, amenazas, etc.

En la jurisdicción social estas comunicaciones han cobrado una gran importancia. Si echas un vistazo a las estadísticas puedes comprobar que se han multiplicado los casos de despidos comunicados a través de email o incluso sanciones que se ponen en conocimiento del interesado a través de un mensaje instantáneo.

El correo electrónico y los mensajes de Whatsapp como pruebas

El principal inconveniente de las comunicaciones digitales es que pueden ser manipuladas. Es más, con una sencilla búsqueda puedes encontrar en Google Play o en la App Store aplicaciones gratuitas que son capaces de generar conversaciones falsas de Whatsapp. Es obvio que han sido creadas con fines lúdicos, pero nada nos asegura que alguien no vaya a intentar usar uno de esos diálogos falseados como prueba contra nosotros.

La manipulación es tan relativamente sencilla que para que los correos electrónicos y demás mensajes enviados de forma online sean admitidos como prueba deben cumplir un requisito. Lo que se exige es que los mensajes o emails estén certificados y autentificados. Esto sólo es posible si la prueba ha pasado previamente por las manos de un perito informático.

Lo que se busca con esta pericial es identificar el origen real de la conversación y la identidad de los interlocutores, así como comprobar que el contenido no ha sido alterado de ninguna forma.

¿Se pueden presentar mensajes o correos imprimidos como prueba?

En base a lo que acabamos de señalar debemos concluir que normalmente no basta con imprimir un pantallazo para poder usarlo en un juicio. Si la parte contraria lo impugna (que suele ser lo habitual) deberá recurrirse a un perito.

Lo que hace el perito es acceder directamente a la app o al correo electrónico para tener acceso a la comunicación original y verificar si ha habido algún tipo de manipulación. Si los mensajes no pasan el filtro del perito no se podrán usar ante los tribunales.

Es decir, que si quieres usar mensajes de Whatsapp o correos electrónicos como prueba judicial, lo más recomendable es que cuentes con la asistencia de un perito informático. Si no conoces ninguno puedes pedirle al juez que haga la designación del mismo de oficio.

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